Fundadora de la corriente del Black Feminist, Sojourner Truth es un símbolo del feminismo, tanto por sus ideas en favor de la igualdad como por su lucha por la abolición de la esclavitud.
Nacida esclava el año de 1797 en Ulster County, Nueva York (Estados Unidos). Comienza su fascinante historia con el nombre de Isabella Van Wagenen. Era propiedad, al igual que sus padres y hermanos, del Colonel Johannes Hardenbergh, de nacionalidad holandesa. Fue vendida en tres ocasiones, la última de ellas junto a su hijo Peter y sus tres hijas, Diana, Elisabeth y Sophia (tuvo una quinta hija, que falleció tras el parto) fruto de su matrimonio con Thomas, otros esclavo.
Cuando En 1826, huye a Canadá con Sophia, su hija menor, tiene que dejar Diana y Elisabeth y Peter. Tendría que esperar hasta el 4 de julio de 1827 – fecha en la cual el estado de Nueva York declara la abolición de la esclavitud- para regresar y recupera a sus hijos. Peter había sido< comprado ilegalmente por un terrateniente en el estado de Alabama; en su pelea para conseguir la libertad de su hijo,se convertirá en la primer mujer negra en Estados Unidos que gana un pleito a un hombre blanco.
Entra en contacto con comunidades religiosas y se ve inmersa en un escándalo por el asesinato de un líder cristiano. Un grupo integrante de la comunidad la acusa de envenenamiento, pero es declarada inocente e interpone una demanda histórica por injurias que también gana.
A los 46 años, comienza una nueva etapa para ella. Se establece en Nueva York y cambia su nombre por el de Sojourner Truth y, con Decide que dedicará su vida a predicar por los derechos civiles, contando la verdad y luchando contra las injusticias. Así comienza sus viajes por el este y el medio-oeste de Estados Unidos para ejercer de oradora con un potente discurso que exije la abolición de la esclavitud, el derecho al voto de las mujeres, la reforma del sistema penitenciario, los derechos de los nuevos hombres libres y el fin de la pena de muerte.
Sojourner Truth conoce en 1844 y 1845 a varios reformistas en contra de la esclavitud a través de la Asociación Northampton, entre ellos a Susan B. Anthony, Amy Post, William Lloyd Garrison y la feminista Olive Gilbert, que publicará cinco años más tarde su biografía: ‘The Narrative of Sojourner Truth. A northern slave’.
Uno de sus discursos más importantes fue ‘¿Acaso no soy mujer?’ , pronunciado en mayo de 1851, en la Convención de Derechos de la Mujer de Akron, Ohio. Defendía que la mujer tuviese los mismos derechos que el hombre ya que tenía las mismas capacidades.
Es pionera al abordar, desde su experiencia personal, la múltiple discriminación: mujer, negra y de escasos recursos. Sus palabras se convirtieron en un símbolo de la lucha de la mujer afroamericana y continúan siendo un referente hoy en día.
“Bueno hijos, cuando hay mucho alboroto es porque algo está pasando.
Creo que tanto los negros del Sur como las mujeres del Norte están todos hablando de derechos y a los hombres blancos no les queda más que ceder muy pronto.
Pero, ¿De qué se trata de lo estamos hablando aquí?
Los caballeros dicen que las mujeres necesitan ayuda para subir a las carretas y para pasar sobre los huecos en la calle y que deben tener el mejor puesto en todas partes.
Pero a mi nadie nunca me ha ayudado a subir a las carretas o a saltar charcos de lodo o me ha dado el mejor puesto! y ¿Acaso no soy una mujer? ¡Mírenme! ¡Miren mis brazos! ¡He arado y sembrado, y trabajado en los establos y ningún hombre lo hizo nunca mejor que yo! Y ¿Acaso no soy una mujer? Puedo trabajar y comer tanto como un hombre si es que consigo alimento-y puedo aguantar el latigazo también! Y ¿Acaso no soy una mujer? Parí trece hijos y vi como todos fueron vendidos como esclavos, cuando lloré junto a las penas de mi madre nadie, excepto Jesús Cristo, me escuchó y ¿Acaso no soy una mujer?
Entonces se preguntan ¿Qué es lo que tiene en la cabeza? ¿Qué significa esto? (Un miembro de la audiencia sugiere “Intelecto”) -¡Exacto! ¿Qué tiene a que ver todo esto con los derechos de las mujeres y de los negros?
Si mi cántaro solamente puede contener una pinta y el de ustedes un cuarto, no sería muy egoísta de parte de ustedes no dejarme tener mi pequeña mitad llena? Entonces el pequeño hombre vestido de negro dice que las mujeres no pueden tener tantos derechos comos los hombres, porque Cristo no era una mujer. ¿De dónde vino Cristo? ¡De Dios y de una mujer! ¡El hombre no tuvo nada que ver con El!
Gracias por haberme escuchado, ahora la vieja Sojourner no tiene más nada que añadir.”
Sojourner Truth pasó sus últimos décadas de vida en Battle Creek, Michigan, donde se compró una casa y vivió con sus hijas Diana y Elisabeth hasta su muerte, en 1883.
Desde Michigan continuaba con sus particulares cruzadas por los derechos humanos y se implicó especialmente en la mejora de las condiciones de vida de los liberados, los antiguos esclavos que en la década de 1860 se mudaron a Washington DC para buscar seguridad y un empleo, sin que el Estado estuviese preparado para esta llegada.
Truth hizo presión política para que les entregasen tierras en otros estados, como Kansas, y el Estado se hiciese cargo del traslado a su nuevo hogar.
Fuente: ‘Sojourner Truth. A Life and Legacy of Faith’, de Mary G. Butler. Sojourner Truth Institute of Battle Creek y Historical Society of Battle Creek.
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