Fabricio Ojeda promovió unidad de los antiimperialistas


Revolucionario y gran escritor que luchó por la democracia y para romper las cadenas de dominación, ideales que defendió hasta el día de su muerte

El 21 de junio de 1966 fue asesinado en la sede del Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA) el periodista Fabricio Ojeda, líder revolucionario quien presidió la Junta Patriótica que coordinó las luchas cívico-militares para el derrocamiento del General Marcos Pérez Jiménez la madrugada del 23 de enero de 1958.

“LUCHAR HASTA VENCER”

Esta frase cincela la postura de Fabricio. Y bien se comprende, al examinarse la evolución política del hijo de Boconó, con fundamento en su protagonismo al frente de la Junta Patriótica de 1957 y 1958 y el brusco proceso social de ese tiempo. Honesto consigo mismo como ninguno, al año siguiente de la caída del dictador, Fabricio hace una nueva lectura del tumultuoso ciclo de pueblo en la calle, dando inicio a su reenfoque a partir del triunfo de la Revolución Cubana de 1959 y las medidas que ‘los barbudos’ comenzaron a tomar a favor del pueblo, muy distintas a las que Rómulo Betancourt promovía en Venezuela.

BRUSCA EVOLUCIÓN

En La guerra del pueblo Fabricio expone con sencillez, cómo fue su evolución política, desde que escuchó adolescente a Jóvito Villalba en un encendido discurso. Hasta entonces creía en las tesis fatalistas del ‘gendarme necesario’ Así dice “Creí…que nuestro país…tenía reservada una inmanente situación de dependencia”. Villalba le tomó como caro discípulo, empero le recomendaba libros como Introducción a la política de Harold Laski, y le reconviene de que cuidase expresiones audaces en sus discursos “URD, me dijo, es un partido para llegar al poder y este objetivo no podremos lograrlo si asustamos a la burguesía y a los americanos con planteamientos muy radicales”

EL TEÓRICO

A partir del pensamiento antifeudal y antiimperialista y textos de M. Briceño Iragorry, Ojeda se empina hasta la lectura marxista. Tras regresar a Venezuela de uno de sus viajes, Fabricio caracteriza al gobierno de Betancourt como representante de los intereses de las clases dominantes. A partir de 1962, en campamento rural o en escondites urbanos, con una máquina de escribir y papel blanco difunde sus ideas. Escribió Presencia de José Martí, La guerra del pueblo y Hacia el poder revolucionario, además de numerosos documentos políticos.

EL FRENTE

Fabricio indaga en torno a los factores que sustentaron la democracia representativa y el Pacto de Punto Fijo. Dice que el cambio que requiere el país “para…abrir caminos al desarrollo, implica la toma del poder político por las clases populares y progresistas”. Y sostiene la necesidad de un frente para la liberación nacional “La unidad de los sectores proclives…en un frente revolucionario”. Se trata de un pensamiento que conserva gran vigencia en este siglo XXI, en medio de las acechanzas imperiales contra la patria de Bolívar.

OBRAS

Fabricio escribió Presencia de José Martí, La guerra del pueblo, donde examina aspectos históricos y políticos y el fenómeno de la dependencia, además de la extensa Carta de Renuncia al Congreso Nacional de 1962, numerosos documentos y su último libro Hacia el poder revolucionario. El 21 de junio de 1967 su cuerpo aparece ahorcado en la sede del Sifa.

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